Lanzarote

Lanzarote es una de las joyas más fascinantes de las Islas Canarias, un destino que combina naturaleza, arte y tranquilidad en un entorno volcánico incomparable. Declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, esta isla cautiva con sus paisajes de fuego, sus playas doradas y su armonioso equilibrio entre tradición y sostenibilidad.

Entre los lugares imprescindibles que ver destacan el Parque Nacional de Timanfaya, con sus espectaculares montañas volcánicas; los Jameos del Agua y la Cueva de los Verdes, obras naturales transformadas por el genio de César Manrique; y los viñedos de La Geria, donde la vid crece entre cenizas volcánicas creando vinos únicos.

Parque Natural de Timanfaya

El Parque Nacional de Timanfaya, en Lanzarote, es un asombroso paisaje volcánico formado por erupciones entre los siglos XVIII y XIX, la última en 1824. En su territorio se elevan más de 25 volcanes, entre ellos las emblemáticas Montañas del Fuego, Montaña Rajada y la Caldera del Corazoncillo.

Aún conserva actividad geotérmica, con zonas donde el suelo alcanza hasta 120 °C en la superficie y más de 600 °C a pocos metros de profundidad, creando un entorno natural único e impactante en el corazón de Canarias.

Los hervideros de Lanzarote

Los Hervideros de Lanzatore es uno de los espectáculos naturales más impresionantes de la Isla. El rápido enfriamiento de las lavas y la continua erosión provocada por las bravas aguas ha creado múltiples cavidades por donde corre el agua. Cuando el mar está bravo las aguas golpean y corren por estas cuevas escupiendo una espumosa oleada hacia arriba, originando un estruendoso ruido y pareciera que el agua salga hirviendo.

Aún conserva actividad geotérmica, con zonas donde el suelo alcanza hasta 120 °C en la superficie y más de 600 °C a pocos metros de profundidad, creando un entorno natural único e impactante en el corazón de Canarias.

Fundación César Manrique

La Fundación César Manrique, situada en Tahíche (Lanzarote), es uno de los lugares más emblemáticos de la isla. Ubicada en la que fue la casa del artista, construida sobre burbujas volcánicas naturales, combina de forma magistral arquitectura tradicional, naturaleza y arte contemporáneo. La fundación conserva obras de César Manrique y de otros grandes artistas, además de promover la sostenibilidad, el arte y el respeto por el entorno. Visitarla es descubrir la esencia creativa y ecológica de Lanzarote.

La Geria

La Geria es una de las zonas más singulares de Lanzarote y un símbolo de su paisaje volcánico. Este valle vitivinícola destaca por su sistema de cultivo único en el mundo, donde las vides crecen protegidas en hoyos excavados en ceniza volcánica, rodeadas de pequeños muros de piedra. El resultado son vinos de gran calidad, especialmente el Malvasía volcánica, con un sabor inconfundible. Recorrer La Geria es disfrutar de una fusión perfecta entre naturaleza, tradición y arte agrícola en plena isla de los volcanes.

Aún conserva actividad geotérmica, con zonas donde el suelo alcanza hasta 120 °C en la superficie y más de 600 °C a pocos metros de profundidad, creando un entorno natural único e impactante en el corazón de Canarias.

Deportes y aventura en Lanzarote

En Lanzarote se puede disfrutar de una amplia oferta deportiva durante todo el año gracias a su clima y entorno natural excepcionales. Los amantes del mar encuentran en la isla un paraíso para practicar surf, windsurf, kitesurf, buceo o pesca deportiva en sus aguas cristalinas. En tierra firme, destacan actividades como el ciclismo, tanto de carretera como de montaña, el senderismo, el trail running y el golf, ideales para explorar sus paisajes volcánicos. Además, Lanzarote mantiene vivas sus tradiciones deportivas, como la lucha canaria, el salto del pastor y la bola canaria, que reflejan su rica cultura y espíritu insular.

Jameos del Agua

Los Jameos del Agua, en el norte de Lanzarote, son uno de los espacios más emblemáticos creados por César Manrique. Formados a partir del colapso de un tubo volcánico, este lugar combina de manera magistral naturaleza, arte y arquitectura. En su interior alberga un lago natural habitado por una especie única de cangrejo albino, símbolo de la isla. Además, cuenta con jardines, un auditorio y un restaurante integrado en la roca, donde cada rincón transmite la esencia creativa y volcánica de Lanzarote.

Aún conserva actividad geotérmica, con zonas donde el suelo alcanza hasta 120 °C en la superficie y más de 600 °C a pocos metros de profundidad, creando un entorno natural único e impactante en el corazón de Canarias.

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